Prestar atención a ciertos comportamientos y reacciones en clase puede servir para detectar una pérdida auditiva infantil en las primeras etapas. Siguiendo una lista de pequeños consejos, los profesores también pueden ayudar a mejorar la integración de estos niños durante el curso.

La hipoacusia es un trastorno sensorial que consiste en la dificultad para escuchar sonidos, y que, según la edad de aparición, puede interferir o dificultar el desarrollo del habla, el lenguaje y la comunicación oral. Puede presentarse en forma unilateral, cuando afecta a un solo oído, o ser bilateral cuando ambos oídos están afectados, explica el Dr. Carlos Alderete, Jefe de servicio del Hospital R. Rossi de la Plata y  Coordinador del Centro Platense de Implantes Cocleares  y  referente de MED-EL.

Por eso, es fundamental que padres y profesores, que son quienes más en contacto permanente están con los niños, presten especial atención a los principales síntomas o signos de una posible pérdida auditiva.

Signos y alertas a tener en cuenta en la temprana edad

El bebé pierde el balbuceo normal después del año de vida
No responde al llamado o a su nombre
No presenta signos de alerta frente a los sonidos
Deja de responder ante estímulos auditivos que antes sí respondía
Elevación en el tono de voz o de artefactos audiblesç
Interrupción en el desarrollo del lenguaje
Distorsión en el desarrollo de sus actividades cotidianas (colegio, deportes, etc.)

Una pronta identificación, intervención y tratamiento mediante medicación, audífonos o a través, por ejemplo, de implantes auditivos puede ayudar a los niños con pérdida auditiva de moderada a severa. Desde MED-EL explican que los implantes cocleares son una gran opción para devolver las habilidades auditivas a los pequeños con hipoacusias sensorioneurales de severas a profundas, y con ello mejorar sus resultados educativos y su capacidad de socialización, especialmente en edades tempranas. Es entonces cuando los niños exploran su entorno y aprenden a relacionarse con sus compañeros.

Por esto, el Dr. Alderete brinda algunos consejos y recomendaciones útiles para que los docentes puedan aplicar en el aula si algún niño presenta hipoacusia y lograr así una mayor inclusión:

Impulsar desde la escuela la concientización sobre la importancia de realizarse estudios de diagnóstico, incluyendo la inmunización contra la rubéola y otras enfermedades prevenibles;
Mejorar la acústica del aula: se sugiere implementar formas de reducir el ruido, como cerrar puertas y ventanas e incorporar alfombras y cortinas para minimizar la reverberación;
Ubicar al alumno lo más cercano posible al docente, donde pueda tener una visión general del aula que también debe estar bien iluminada.
En aquellos casos en que la sordera es de un solo oído asegurarse de que el niño esté ubicado preferencialmente respecto del docente
Utilizar recursos visuales como esquemas en la pizarra, presentaciones Power Point o dibujos.
Tratar de no dar la espalda al alumno durante una explicación;
Asegurarse de que haya comprendido las explicaciones e incentivarlo a que pregunte, si tiene dudas;
Facilitar algunas sugerencias al resto de los alumnos sobre cómo comunicarse con su compañero;
Fomentar valores de colaboración y respeto, evitando aquellas conductas de sobreprotección o rechazo;
Realizar actividades en parejas o grupos reducidos para facilitar la comunicación del alumno con sus compañeros;

Los niños que ya padecen esta patología necesitan más atención por parte de los docentes, así como también de otras estrategias pedagógicas que los ayuden a aprender y a poder integrarse. En este sentido, es necesario destacar la importancia de la educación inclusiva. Tal como la define la UNESCO, se trata del proceso de identificar y responder a la diversidad de necesidades de todos los estudiantes, a través de la mayor participación en el aprendizaje, reduciendo la exclusión en la educación finaliza eDr. Carlos Alderete.