La estrategia del Ministerio de Salud Pública (MSP) unifica los criterios de atención a pacientes según la evidencia más actualizada en el mundo. Desde el Gobierno, se procura prevenir, concientizar sobre los factores de riesgo y la detección de síntomas y fortalecer el sistema de asistencia.

La presentación se desarrolló en el salón de actos del MSP. Asistieron el titular de esa cartera, Daniel Salinas; el director general de Salud, Miguel Asqueta; el coordinador del programa Salud Cerebral, Ignacio Amorín; el coordinador del programa Actividad Física y Salud, Luis Pierri, y el coordinador general de Protocolos de Accidentes Cerebrovasculares (ACV), Andrés Gaye.

También concurrieron autoridades de la Sociedad de Neurología del Uruguay, la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva y la Sociedad Uruguaya de Emergencias, que participaron en la actualización del protocolo.

El Protocolo Nacional de ACV contiene el diseño estratégico para abordar esta patología, que es la primera causa de discapacidad y una de las primeras causas de mortalidad en el país.

En Uruguay ocurren unos 4.200 ACV por año. Alrededor de un tercio de las personas fallece al año de haberlo padecido, mientras que otro tercio queda con secuelas. Solo el 30% se recupera como para retomar una vida independiente, señaló Gaye.

El ministro Salinas explicó que el protocolo está enmarcado en una política nacional integral sobre salud cerebral, cuyo plan rector se aprobó en 2020. Las acciones desarrolladas están dirigidas a prevenir, concientizar a la población respecto a los factores de riesgo y la detección de síntomas y mejorar el sistema de atención.

En materia de prevención, Uruguay fue notificado de que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) aceptó que nuestro país fuera parte del plan Hearts, un modelo de manejo del riesgo cardiovascular elaborado por esa entidad. La implementación de este programa permite evitar unas 1.500 muertes en el corto plazo, informó.

En materia de asistencia, el jerarca destacó que se formaron equipos en los 19 departamentos, que están preparados para responder ante un ACV y atienden de forma más rápida y fluida a los pacientes. Hay dos tratamientos posibles —suministrar trombolíticos o efectuar una trombectomía mecánica—, que en Uruguay son realizados de forma gratuita.