La Comisión Europea propuso el jueves actualizar las normas sobre sangretejidos y células para ofrecer mayor protección a donantes y receptores y aumentar el acceso a terapias innovadoras de transfusión y trasplante.

El ejecutivo de la UE pretende ampliar las normas de hace 20 años para incluir a los bebés nacidos de la reproducción médicamente asistida y a los donantes, incluidos los 15 millones que donan sangre, así como a más de 34.000 donantes de células madre y más de 39.000 donantes de óvulos cada año. El cribado debería proteger a los 165.000 niños nacidos al año a partir de óvulos, esperma o embriones donados contra los trastornos genéticos.

Las normas actualizadas tratarían de proteger a los donantes de la explotación y los riesgos para su propia salud y exigirían un mejor seguimiento y notificación de los efectos adversos de la donación. También ampliarían la vigilancia a otras sustancias de origen humano, como la leche materna y la microbiota fecal que puede trasplantarse a un paciente para mejorar su sistema digestivo.

La propuesta, que abarcaría las sustancias de origen humano excepto los órganos, trataría de armonizar las normas en los 27 países de la Unión Europea para facilitar los intercambios transfronterizos, mejorar el acceso de los pacientes a las terapias y permitir una mayor innovación.

Cada año, 4,6 millones de personas en la UE reciben transfusiones de sangre, 36.000 se someten a trasplantes de células madre y 2.000 requieren trasplantes de piel por quemaduras y otras lesiones.

La propuesta también pretende garantizar que el bloque sea más autosuficiente, con acceso a tratamientos que salvan vidas incluso durante una crisis. En la actualidad, la UE importa hasta un tercio del plasma sanguíneo que necesita, principalmente de Estados Unidos.

A diferencia de Estados Unidos, la UE sigue apostando por la donación voluntaria y no remunerada, lo que considera que protege a los donantes de la explotación. Las nuevas normas, que tendrán que aprobar el Parlamento Europeo y los Gobiernos de la UE, servirán de guía para toda la UE, pero los distintos países de la UE podrán tener normas más estrictas.