La edad epigenética está emergiendo como un predictor personalizado y preciso de la edad biológica. Esta es una variable que se ha comenzado a considerar imprescindible a la hora de analizar el envejecimiento. Una de sus consecuencias, la aterosclerosis, el tan temido endurecimiento de las arterias, afecta la salud mucho antes de que la enfermedad cardiovascular genere síntomas.

La epigenética se ocupa de los procesos que controlan cómo se activan o desactivan los genes sin cambiar la secuencia del ADN que los forma. Explica la relación entre los factores genéticos y ambientales que determinan un fenotipo.

Ahora, un nuevo estudio publicado en el European Heart Journal demostró una fuerte asociación entre la aterosclerosis en etapas subclínicas (sin señales visibles) y un proceso de envejecimiento acelerado.

El equipo de investigación fue liderado por el doctor español Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) de España, y considerado uno de los mejores cardiólogos del mundo.

Actualmente, Fuster -considerado uno de los máximos referentes a nivel global en cardiología– lleva dirige el prestigioso CNIC español y también se desempeña como presidente del Mount Sinai Heart en Nueva York, institución que integra desde 1994. A los 80 años, además dirigir estos centros de salud de renombre mundial, es Editor Jefe de la revista del Colegio Americano de Cardiología (JACC), la principal fuente de información clínica en el área de la medicina cardiovascular.

Presidió la Asociación Americana del Corazón y la Federación Mundial del Corazón, fue profesor de la Escuela de Medicina de Harvard y jefe de Cardiología en el Hospital General de Massachusetts, Boston.

El presidente de Asuntos Académicos del Sistema de Salud de Mount Sinai de Nueva York, Dennis S. Charney, brindó una gran definición del trabajo de Fuster cuando el español fue designado a los 79 años para presidir el Mount Sinai Heart: “Valentín Fuster es el mejor cardiólogo del mundo. Sus logros son legendarios en todos los dominios de la cardiología. Es insustituible. Afortunadamente, no se jubila y se queda en Mount Sinai para asesorar y orientar a nuestros profesores y alumnos”.

Respecto a este nuevo estudio sobre aterosclerosis, el doctor Fuster destacó que “los resultados subrayan los beneficios de reducir la inflamación mediante la adopción de un estilo de vida saludable (dieta saludable, actividad física regular, etc.) o tomando medicamentos específicos, como las estatinas para reducir el colesterol que pueden bloquear, o al menos retardar, la transición de la fase subclínica de la aterosclerosis a la aparición de eventos cerebrovasculares severos, como infarto de miocardio o accidente cerebrovascular”.

“La investigación muestra que existe una fuerte asociación entre la presencia, el alcance y la progresión de la aterosclerosis a nivel subclínico y el envejecimiento epigenético acelerado en individuos jóvenes sanos”, dijo Enrique Lara Pezzi, también autor del estudio.

La edad epigenética es una medida de la edad biológica de una persona (la edad funcional de sus células y tejidos) basada en la idea del reloj que la calcula. “Este tipo de dispositivos utilizan algoritmos de aprendizaje automático para predecir la edad biológica y la esperanza de vida de una persona en función de su nivel de metilación del ADN”, explicó la primera autora del estudio, Fátima Sánchez Cabo.

“Pero en ocasiones, esta predicción no se corresponde con la edad cronológica (el tiempo transcurrido desde el nacimiento) de una persona, por lo que la edad epigenética de alguien puede ser mayor que su edad cronológica, mientras que otra persona puede tener una epigenética menor que aquella”, continuó Sánchez Cabo.

Afortunadamente, a diferencia de las mutaciones germinales que llevamos en nuestro genoma, “estos cambios del ADN son reversibles, lo que abre la posibilidad de frenar nuestro envejecimiento epigenético”, aseguró Lara Pezzi.

La identificación de una asociación entre la aterosclerosis subclínica y la reducción de la esperanza de vida basada en relojes epigenéticos fue posible gracias a un análisis masivo de datos del estudio PESA-CNIC-SANTANDER, que lidera Valentín Fuster.

Desde 2010, este trabajo analiza la progresión de la aterosclerosis subclínica en más de 4.000 empleados de Banco Santander con edades comprendidas entre 40 y 54 años al inicio del estudio y sin antecedentes de enfermedad cardiovascular. “El seguimiento de esta cohorte constituye uno de los estudios de prevención cardiovascular más importantes del mundo”, afirmó Fuster.

El análisis European Heart Journal combina datos sobre la progresión de la aterosclerosis obtenidos con técnicas de imagen avanzadas con información detallada sobre el estilo de vida de los participantes y datos de estudios de ómica molecular. “Estos datos nos permitieron avanzar en el conocimiento de los mecanismos causales de la aterosclerosis subclínica, así como sus consecuencias clínicas, brindando información clave para un tratamiento más personalizado de la enfermedad en sus etapas iniciales”, indicó Lara Pezzi.

Utilizando datos transcriptómicos y proteómicos, el estudio español demostró que la inflamación sistémica desencadenada en individuos con una alta carga de placas ateroscleróticas puede ser un factor clave para acelerar su envejecimiento epigenético. Los autores concluyeron que el estudio identifica una asociación sólida entre la presencia, el alcance y la progresión de la aterosclerosis subclínica y el envejecimiento epigenético acelerado, mediado en parte por la inflamación crónica de bajo grado inducida por citocinas inflamatorias.

Sin embargo, los especialistas reconocieron que se necesitan más estudios longitudinales durante un período de seguimiento más largo y respaldados por más datos experimentales para proporcionar una caracterización más completa del efecto de la aterosclerosis en la salud y la esperanza de vida e identificar los mecanismos subyacentes.