El 70% de los españoles consideran su salud buena o muy buena

Una gran parte de los ciudadanos europeos mayores de 16 años perciben su salud como buena o muy buena. En concreto, un 67,9% de las personas de 16 años o más tienen esta percepción sobre su salud, tal y como lo afirman los últimos datos publicados por la entidad de estadísticas europeas.

España (70%) se sitúa entre los 10 países con mejor percepción de la salud, por detrás de Irlanda, Bélgica, Chipre y Grecia.

En la autoevaluación de la salud en la UE existe una clara distinción entre géneros, con una mejor percepción entre los hombres que entre las mujeres. De acuerdo con los datos de 2023, el 70,5% de los hombres de 16 años o más calificaron su salud como buena o muy buena, en comparación con el 65,4% de las mujeres, generando una diferencia de 5,1 puntos porcentuales.

Un 72% de los hombres españoles perciben su salud como buena o muy buena, frente al 68% de las mujeres
En este contexto, Rumanía, Letonia y Portugal destacaron con las mayores diferencias de género, mientras que Chipre, Luxemburgo e Irlanda registraron las más pequeñas. Mientras que en España, no existe una gran diferencia entre géneros, situándose la percepción de los hombres en un 72% y la de las mujeres en un 68%. Cuando se trata de evaluaciones negativas de la salud, un 9,7% de las mujeres percibía su salud como mala o muy mala, frente a un 7,9% de los hombres.

La percepción de la salud también parece estar influenciada por la edad. En general, las personas más jóvenes presentan tasas más altas de percepción positiva de su salud, mientras que la proporción de quienes califican su salud como mala o muy mala aumenta con la edad. Las brechas de género se hacen más pronunciadas en los grupos de mayor edad, especialmente entre los 75 y 84 años, donde la diferencia entre hombres y mujeres en la percepción de la salud como buena o muy buena alcanza los 6 puntos porcentuales. Este patrón de aumento de la percepción negativa y disminución de la positiva con la edad es generalizado en todos los países de la UE.

El 79,6% de aquellos con educación superior calificaron su salud como buena o muy buena.

A pesar de los buenos datos de salud autopercibida, un 35% de los ciudadanos europeos sufre alguna enfermedad crónica.

Además de la edad, el nivel educativo juega un papel fundamental en la percepción de la salud. Las personas con más nivel suelen calificar su salud de forma más favorable. En 2023, el 79,6% de aquellos con educación superior calificaron su salud como buena o muy buena, comparado con el 68,4% de los que tienen educación secundaria o bachillerato, y el 56,1% de los que completaron estudios por debajo de la educación secundaria obligatoria. Esta tendencia es general en toda la UE, con excepción de Letonia, donde aquellos con nivel educativo medio percibían su salud peor que aquellos con menor educación.

Finalmente, el ingreso económico también afecta la percepción de la salud en la UE. Las personas con una media de ingresos más alta (20% con mayores ingresos) mostraron una mayor percepción positiva de su salud (79,1%) en comparación con los ciudadanos de ingresos más bajos (57,5%). Este patrón, de mayor percepción positiva conforme aumentan los ingresos, es común en toda la UE.

A pesar de los buenos datos de salud autopercibida, un 35% de los ciudadanos europeos sufre alguna enfermedad crónica. Este porcentaje varía notablemente entre los países de la UE, con Italia registrando la menor prevalencia, con un 16 %, y Finlandia mostrando la tasa más alta, alcanzando un 55,2 %. En la mayoría de los países de la UE, la proporción de personas con enfermedades crónicas oscila entre el 21 % y el 46,5 %. Si hablamos de España, vemos como un 36,9% afirma sufrir alguna enfermedad crónica.

En España, un 36,9% de las personas encuestadas padece alguna enfermedad crónica
Es cierto que estas enfermedades son menos frecuentes en hombres que en mujeres, siguiendo un patrón que se asemeja al de la salud autopercibida. En 2023, el 32,8 % de los hombres de la UE indicaron tener alguna enfermedad crónica, mientras que el porcentaje de mujeres fue 4,4 puntos porcentuales más alto, alcanzando un 37,2 %.

Este fenómeno se observa en casi todos los países de la región, destacando en Letonia, Rumanía y Lituania, donde las brechas de género en estos datos superan los 8 puntos porcentuales. En España, un 34,8% de los hombres informó que sufría alguna de estas patologías, mientras las mujeres representaron un 38,9%. Por su parte, Chipre e Irlanda son los dos únicos países donde las tasas de enfermedades de larga duración fueron levemente superiores en hombres que en mujeres.

Por último, la prevalencia de enfermedades crónicas también varía según la edad. En el grupo de personas jóvenes de entre 16 y 24 años, un 27,4 % indicó tener alguna condición de salud de larga duración, un porcentaje que disminuye al 19,6 % en los adultos jóvenes de entre 25 y 34 años. Sin embargo, a medida que aumenta la edad, también lo hace la incidencia de enfermedades crónicas, alcanzando un máximo en los mayores de 85 años, donde alrededor del 73,1 % sufre de estas condiciones.